Convertir a Cameron Villalobos en la principal sospechosa

 No le daré más vueltas a este asunto, mi intuición me dice a gritos que Cameron es algo más que una simple sospechosa en este caso. Por ahora, tengo testimonios que la pueden enredar, pero ante un juez nada de esto será suficiente; me encuentro totalmente bloqueada y honestamente no logro pensar en otros caminos para encontrar pruebas. Ha sido un día bastante largo y estoy agotada, mejor iré a descansar y retomaré mañana temprano.

Unos sonidos algo extraños me levantan. Podría pensar que se trata de un atentado en mi contra, así que no lo pienso mucho y agarro mi arma, me acerco a la puerta de mi casa con cuidado, pero cuando abro no hay nadie, al bajar la mirada, me encuentro con una caja a mis pies. Es bastante raro, ¿Quién podría llegar de esta manera, dejar esto en la puerta e irse sin más?. 


Confieso que no confío en lo que acaba de pasar, así que abro la caja con cuidado, pero por sorpresa me encuentro con una memoria USB. No entiendo si la caja de gran tamaño, conteniendo la pequeña memoria, es una especie de metáfora que busca darme un indicio del contexto de todo esto. Inmediatamente inserto la memoria en mi ordenador y me doy cuenta de su contenido: grabaciones de seguridad del club nocturno donde se encontraba Adam Ventura la misma noche en que desapareció. 


Es difícil explicarse por qué una persona anónima me trajo este material, aún más si considero que los encargados de la discoteca aseguraban no tener copias de las grabaciones de esa noche porque hubo un problema con la sincronización en línea de su almacenamiento. Me pregunto si esta persona está amenazada por el asesino, si tal vez tiene miedo de represalias al ser reconocida como testigo y, por supuesto, cómo obtuvo acceso a esos vídeos.

Mientras corría el video, observo un auto con características muy parecidas al de Villalobos, y estoy segura de ello porque el día que la interrogué, al estar fuera de su casa, detallé  minuciosamente su carro para poder reconocerlo en cualquier momento que lo necesitase, además, me aseguré de anotar el número de su matrícula. Apenas puedo pausar la grabación para confirmar la placa del auto y me doy cuenta que el número corresponde exactamente al del coche de Cameron. 


Cada vez me quedan menos dudas, cito a Cameron a la estación por medio de una llamada. Llega a la sede policial después de una media hora y al confrontarla con todas las pruebas, me dice que no aguanta más, que la culpa no la deja tranquila, también me manifiesta, entre lágrimas, su amor por Adam y cómo los celos la llevaron a cometer semejante atrocidad.


Luego de la inesperada confesión procedemos con la captura de Cameron, quien se encuentra esperando el juicio, aunque es lo que menos le preocupa, pues asegura que la vida se le fue en el momento en que empuñó el cuchillo que acabó con la vida de Ventura.


Comentarios